Su nombre, Amarige (que en francés significa matrimonio) evoca la complicidad de la unión perfecta, unión que representan cada uno de sus ingredientes, que mezclados entre sí dan lugar a un aroma redondo, que refleja a una mujer radiante, sonriente y a la que le entusiasma la vida. Sus ingredientes abarcan las notas florales, frutales y el toque amaderado del cedro. Es una fragancia sorprendente que no está pensada para ser sencilla. Pretende llamar la atención y lo consigue mezclando esencias tan diversas como la ciruela, la violeta, la vainilla o el nardo, dando este último ingrediente la nota femenina, siendo una flor nunca usada en una fragancia masculina.