Esta fragancia se creó en 1992 por el perfumista Jacques Cavallier de origen japones, influencia que se refleja en este perfume. Es un homenaje a una original manera de ver el mundo desde una perspectiva zen, donde el silencio y la paz, son elementos claves, que se trasmiten cuando el perfume alcanza nuestra piel. Esta fragancia limpia y femenina tiene una amplia gama de matices florales. Para esta creación se inspiró en el agua , símbolo de pureza, frescor y vitalidad, que nos proporciona una agradable sensación calma y tranquilidad.